Merece la pena ser «Sorprendedor»


Hay personas que nunca en su vida salen de su isla (interior) Apâthia, renunciado a aspirar a algo más; otras sin embargo se atreven a realizar el viaje a Serotón, convirtiéndose en verdaderos «Sorprendedores». Ambos mundos son polos opuestos. Decidirse por uno u otro estado significa vivir con plenitud o sin ella, correr riesgos o que otros decidan por ti, “contemplar” tu vida o ser protagonista de la misma.

El contraste entre estos dos mundos es revelador y las diferencias se manifiestan en las reglas y objetivos imperantes en cada uno de ellos.

En la isla de Apâthia el principio es:

«La Clave de la felicidad radica en estar conforme con lo que uno hace desde la resignación y no la aceptación. La forma más sencilla de lograr que los miembros de una sociedad tengan la sensación de ser felices consiste en concederles  lo que estos desean y conseguir que nunca anhelen  lo que no pueden obtener. En pocas palabras exige mantenerlos ocupados y distraídos, orientar sus preferencias y prevenir por todos los medios que se ilusionen con proyectos personales. Este modelo exigiría que una élite gobernante monopolizase todos los recursos, gestionase los sistemas de producción y controlase los medios de comunicación. Por su parte, los miembros de dicha sociedad carecer de deseos de autorrealización y de desarrollo personal propios y asumen como suyos  aquellos que el orden establecido les proponga como válidos. Pero..

En Seroton (la otra isla) sin embargo, reina la pasión, la imaginación, la identificación de lo que de verdad se quiere, la escucha como forma de venta y servicio a los demás, desde una perspectiva de sostenibilidad, de equilibrio y plenitud.

La metáfora de las dos islas simboliza las dos opciones que tenemos las personas para tratar de vivir nuestra vida en plenitud o simplemente conformarnos con lo que hallamos en nuestro entorno, sin ambicionar nada más y, por tanto, sin tratar de mejorar la situación presente. El puente de conexión entre las dos islas, representa el vínculo personal de ambas opciones, la posibilidad de elegir libremente en nuestra vida. La decisión de pasar de la incosciencia a la conc¡siencia y control de nuestro futuro.

¿Quién no ha sentido miedo alguna vez al dar un salto?

El miedo a lo desconocido y a la incertidumbre es algo natural pero al tiempo imprescindible para mejorar. Miedo que sobreviene asociado a las situaciones de cambio con las que nos enfrentamos en la vida y que en ocasiones nos llevan a rechazar las oportunidades que se nos presentan quedándonos en lo «conocido», en el área de confort. Por aquello de «más vale malo conocido…»

Estoy de acuerdo con la idea de que en la vida casi siempre hay un «pero». Cuando descubrimos algo que nos gusta, se nos enciende la chispa de la ilusión, y de repente,…aparece un PERO, que lo hace menos atractivo de lo que era al principio ¿Por qué siempre tiene que haber un «pero» que nos impide avanzar, cambiar, equivocarnos o, como diría Edison, aprender 1000 formas sobre cómo no se hace una bombilla?

¿Cómo es posible lanzarse al cambio?

Las claves para el cambio residen seguramente en tener la suerte de descubrir nuestro deseo personal y posteriormente pelear por conseguirlo. Despertar a la conciencia aunque cueste y trabajar la CONFIANZA, ya que si crees en tí, no habrá fuerza humana capaz de detenerte, estarás viviendo desde la verdad, desde «tu verdad».

Si partimos del hecho de que lo único que es constante en la vida es el cambio, es decir que la vida es cambio constante y su esencia es la abundancia, creo que merece la pena cometer errores, por haber intentado algo nuevo, frente a la opción de vivir sumido en la apatía, viviendo una vida que otros hayan decidido para tí. Merece la pena por tanto ser Sorprendedor, entendido como aquél que busca el beneficio integral, para sí mismo, para la sociedad y para la naturaleza. Ser Sorprendedor es una forma de apostar por la sostenibilidad, combinando objetivos materiales con otros de equilibrio y crecimiento interno.

¿Podemos construir nuestro sueño?

Otro mensaje muy interesante que extraigo de este libro («El Sorprendedor» Sergio Fernández y Rubén Chacón) es que al cambiar de forma de pensar, es posible reescribir el futuro. ¡qué gran suerte la de aquellos que son capaces de diseñar su vida, de luchar por objetivos mediante decisiones sin miedo a equivocarse, porque son conscientes de que cada error es una fuente de aprendizaje.

Estos son algunas de las reflexiones que me surgen en torno a este libro, de cuya originalidad he disfrutado mucho y que constituye un valioso «regalo» para quienes apreciamos y que invita a la reflexión a la introspección.

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10 reflexiones en “Merece la pena ser «Sorprendedor»

  • Iñaki

    En el grupo Eduardo Araño dice:

    Y qué ocurre si, para ser sorprendedor, te sales de las normas de la emresa? De la cultura de la empresa? De los planes de la empresa?

    Hablas de sorprender dentro del ambito establecido supongo. Yo soprenderia intentando fomentar el esfuerzo en creatividad. Pero las empresas tienen planes anuales,incluso bianuales y algunos trianuales. Los cuales ademas tienen planes de contingencias.

    Por lo tanto debe vigilarse el salirse de los planes, ya que podria afectar a las previsiones de la empresa.

    Si que hay un momento para sorprender, este momento es cuando se nos piden cuantificar objetivos, cualificar estrategias y definir medios. Ahi podemos aportar nuestro granito de arena, ser osados y coherentes. Luego toca trabajar.

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  • Iñaki

    Muchas gracias Eduardo por tus apreciaciones, que son muy interesantes y sobre las cuales añadiría con el fin de enriquecer el cruce de ideas, lo siguiente:

    En cuanto a la primera, relativa a fomentar el esfuerzo de la creatividad, creo que tales esfuerzos lejos de resultar contrarios a los planes opuestos de las empresas, no sólo no los contravienen, sino que en algunos casos incluso los enriquecen. Me refiero a que aplicando medidas innovadoras (es decir haciendo o bien cosas nuevas o las mismas cosas de modo diferente) es posible generar ventajas competitivas o sinergias para las empresas que los apliquen y por tanto sus resultados irían en la senda de fortalecer la posición competitiva de la empresa de que se trate.

    Por otro lado, y como segunda reflexión planteada, estoy de acuerdo en que cuando se elabora la planificación de ejercicio es posible aportar nuevas propuestas innovadoras que resulten «sorprendedoras» para la organización, entiendo que desde un punto de vista referido al periodo para el cual se esté haciendo la planificación. Pero además de esta planificación digamos «de ciclo» es posible y deseable desarrollar formas sistemáticas de innovar » a corto plazo», en el día a día, en mejorar pequeños procesos, que acumulados pueden producir también importantes avances en los objetivos empresariales, sea de eficacia- eficiencia, competitividad o resultados económicos.

    En visto de ello yo apostaría por introducir una cultura de la innovación «permanente» en la organización, con hitos temporales determinados como los de la planificación anual donde se lleva a cabo de forma sistemática y más intensa.

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  • I.Beristain Post author

    Eduardo Araño Heredero • Iñaki, muy cierto, sin embargo yo soy un eterno defensor de que todo tiene su momento.

    La empresa tiene momentos para crear, momentos para innovar, y momentos para actuar. A mi me gusta intentar tener todo planificado incluso con sus planes de contingencia. Durante los momentos de planificacion, es cuando mas creativo e innovador se debe ser, pues planteas objetivos, estrategias y acciones.

    Si se diese el caso de que en los momentos de revision y seguimiento del plan, este no ha seguido el camino pretendido, tienes otra oportunidad de crear e innovar.

    Sin embargo durante los periodos intermedios, se debe luchar, luchar y luchar por obtener los resultados previstos, de la manera prevista.

    Un Abrazo y Mucha Suerte

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  • I.Beristain Post author

    Estupendo Eduardo. Esta aproximación me resulta interesante en la medida en que describes un modus operandi que al parecer te proporciona resultados satisfactorios en tu quehacer profesional.

    Muchas gracias por compartir tus puntos de vista.

    Saludos cordiales

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  • I.Beristain Post author

    En cuanto a ocasiones o acciones en las que emerja la figura del sorprendedor o de la sorpresa en la organización, agradecería que os animarais a contar alguna anécdota. Y como no hay nada mejor que predicar con el ejemplo, ahí va la primera.

    Esto ocurrió hace algún tiempo en una institución pública donde se organizaban puestas periódicas en común entre todo el personal para conocer los avances habidos en cada trimestre y planificar las principales acciones del próximo. En una de las reuniones trimestrales, el responsable de la unidad, que era recién llegado, se dio cuenta de que una auxiliar siempre se colocaba al final de la sala de reuniones cuyos asientes estaban organizados a modo de sala de cine. Se trataba evidentemente de una persona muy tímida y bastaba con nombrarla para que se pusiera colorada como un tomate.

    Entre otras cosas, en esas reuniones de puesta en común se intentaba organizar de forma voluntaria cursos de formación interna, donde quien lo deseara tenía ocasión de enseñar y compartir con sus conocimientos con los compañeros que decidieran acudir a las sesiones de formación organizadas dentro de la unidad y del horario laboral.

    Pues bien, la gran sorpresa surge cuando al recibir la propuesta de cursos del próximo trimestre, observa cómo se incluye como profesora a la compañera tímida que se escondía en las reuniones de grupo.Se trataba sin duda de un cambio de actitud muy meritorio por parte de esa persona, que logró salvar, contra cualquier pronóstico previo, las dificultades que la atenazaban para departir en público y ofrecerse como profesora en un curso referido al uso de determinado programa. Entiendo que esta también es una forma de ser Sorprendedor en una organización.

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  • I.Beristain Post author

    Eduardo Araño Heredero • 1o Sorprender: No individualizar el trabajo y cooperar
    2o Sorprender: Precuparse por el equipo
    3o Sorprender: Cooperar con la empresa
    4o Sorprender: Obtener y emitir Feedback
    5o Sorprender: Ofrecer tu ayuda a los demas
    .
    .
    .

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  • Iñaki B.

    Mary Joe Alerany Pardo • Cuando ya tienes una cierta experiencia, el sorprender o no forma parte de tu estrategia, ya no tenemos, aunque la deberíamos mantener, esa capacidad de sorprendernos que teníamos cuando éramos más inexpertos. Como se dice, somos menos frescos!

    Hoy observaba a mis gatos mirando fascinados los copos de nieve, estamos de acuerdo en que son animales, pero mantienen la frescura,pero yo, me he visto a mí misma emocionada con la nieve en un lugar que no es habitual.

    En el ámbito profesional, la capacidad de sorprender o de dejarte sorprender, en mi opinión, está muy ligada a tu curiosidad. Cuanto más curioso seas, y no digo cotilla, más posibilidades tienes de tener una sorpresa.

    Como bien dice Eduardo, preocupándote por tu equipo, te puedes llevar una sorpresa, descubres aquel que como dices Iñaki, tiene la valentía de sobreponerse a su timidez, al otro que a pesar de tener problemas personales, es la alegría de la huerta……..
    Y otra forma de sorprenderte es ponerte en la piel de los demás, por qué piensa esto mi superior? A qué viene esa contestación o mirada? Una sonrisa cómplice?

    Sé curioso, y te sorprenderás mucho más a menudo!
    Saludos

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  • Iñaki B.

    Marta Roca • Por desgracia no siempre es posible llegar a liderar desde la pasión y la ilusión.

    Cuando creas un equipo de personas entusiasmadas, compartes esfuerzo, ideas, cambios, errores, y juntos crecemos todos.
    Cuando creas un equipo de personas apáticas, no compartes, no creces…

    Para ser un sorprendedor hay que jugar, experimentar, y por supuesto divertirse.
    Jugar a cambiar, jugar a experimentar, y divertirse con cada error.

    Totalmente de acuerdo con Mary Joe. Hay que ser como un niño.

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  • Iñaki B.

    erica fellinger • Efectivamente, para sorprender y sorprendernos debemos ser observadores y a partir de ahí desarrollar empatía. No todo el mundo tiene la suerte de ser empático, muchos creen que la empatía es «ponerse en el lugar del otro». Pero la clave está en «ponerse en el lugar del otro desde el otro».

    De lo contrario, nos puede pasar como a Paquito y Paquita.
    Resulta que cuando a Paquito le duele la cabeza por un día agotador y lleno de presiones, necesita llegar a casa, aislarse en su habitación a oscuras sin que nadie lo moleste, encontrarse a sí mismo y hacer ejercicios de respiración.
    Sin embargo, cuando a Paquita le duele la cabeza por un día agotador y lleno de presiones, necesita llegar a casa, conversar mucho con Paquito sobre todo lo que le ocurrió en su día y disfrutar de masajes en la cintura escapular.

    Uno de esos días agotadores de Paquito, llega a casa y Paquita pone en marcha su empatía» y «sorprende» a Paquito con preguntas y más preguntas sobre ese día nefasto. Cuando Paquita no obtiene respuestas, le dice a Paquito lo que tú necesitas es un masaje en la cintura escapular.

    ¿Cuántas situaciones como éstas observamos cada día?

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  • Iñaki B.

    Judith Raso • Gracias Iñaki por compartir este enlace. Creo 100% en ser sorprendedor, a TODOS los niveles, sobretodo a nivel personal. Si tenemos claro nuestro objetivo vital iremos encaminando nuestra vida hacia ello, y valoraremos realmente lo que tenemos y lo que vamos consiguiendo. Hay que aprender a aceptar y con ello moverse y dejar de esperar para no decepcionarse.

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