En un momentos de crisis económicas como los actuales, muchas empresas entienden que aparecen oportunidades para mejorar sus niveles de competitividad y prepararse para el futuro. De ahí que apuesten por tomar partido por actividades relacionadas con la I+D+i en lugar de hacerlo en la inversión productiva tradicional.
¿Cómo afectará la crisis actual a la I+D+i empresarial ? Esa es una cuestión clave para los países más adelantados que tienen sus economías basadas en el conocimiento. La OCDE estima que el impacto será de un recorte del 3,7% en el PIB de los G7, es decir una de las contracciones más fuertes desde la Segunda Guerra mundial. Ello pone en tela de juicio el objetivo de alcanzar un nivel de I+D+i del 3% del PIB para el año 2010 fijado por la Estrategia de Lisboa.
Los resultados del análisis llevados a cabo en Francia muestran que existe una elevada prociclidad en los gastos de I+D+i en el periodo 1987-2006. Las intensidades de variación dependen de cada país. Ahora bien, la caída de la I+D+i es inferior a la caída de la inversión total, luego es previsible que la participación de la I+D+i en la inversión total aumente en épocas de crisis y viceversa en épocas expansivas. Esta tendencia explica la existencia de un coste de oportunidad de la I+D+i frente a la inversión tradicional, en el sentido de que puede ser preferible para las empresas, en épocas de crisis orientar sus esfuerzos más hacia la I+D+i com medio de mejorar su competitividad futura.