Siguiendo con lo síntesis del libro “El dilema de España”, de una entrada anterior, Luis Garicano se cuestiona sobre los determinantes de la actividad innovadora e identifica a dos factores clave: instituciones y capital humano.
- El crecimiento económico depende crucialmente de la solidez de las instituciones «inclusivas» que protegen y aseguran a nivel económico y político los derechos y las regulaciones clave (los derechos de propiedad, efectividad de los contratos, etc).
- La importancia del capital humano para el crecimiento ha sido confirmada con claridad por la investigación empírica más moderna. El 73% de la variación de las tasas de crecimiento económico entre países puede explicarse simplemente a partir de dos variables: nivel inicial de ingresos y nivel intelectual de la población. La magnitud del impacto de la educación sobre el crecimiento es sencillamente enorme. En realidad, sin educación no hay crecimiento.
No hay ninguna indicación de que los recursos físicos vayan a restringir el crecimiento. Pese a que seguimos descubriendo nuevas fuentes de energía, hay razones para pensar que creceremos menos. De hecho, todo apunta a que en los próximos años creceremos bastante menos de lo que nos hemos acostumbrado durante las décadas más recientes.
- Muchos países, incluido España, han acumulado una deuda elevada. Para devolverla, el consumo tendrá que crecer menos que la renta per cápita. Haberse endeudado para consumir es haber consumido ya lo que hubiéramos debido consumir hoy y mañana.
- La demografía en el mundo occidental es muy desfavorable, sociedad envejecida una sociedad menos dinámica, con menos innovación y menos crecimiento.
¿Se puede estar produciendo un parón en nuestro avance tecnológico?
Si las expectativas de crecimiento económico son bajas para la economía global, cabe imaginar que
pueden ser aún peores para una economía sobreendeudada y con los problemas estructurales (burbuja inmobiliaria) ha causado a los cimientos del crecimiento futuro (las instituciones y el capital humano) de nuestra economía.
¿No podríamos acostumbrarnos a vivir en un mundo de crecimiento bajo o de crecimiento cero?
Sin crecimiento económico, estamos en un mundo de suma cero, en el cual lo que un grupo gana es lo que el otro pierde.
Retos que nos plantean las nuevas tecnologías y la globalización
Un mundo muy rico en datos. Las habilidades clave son analizar y escuchar. Los estudiantes necesitarán adquirir tres fundamentos clave: un nivel de confianza suficiente en el uso de las matemáticas y la estadística; una capacidad elevada para escribir un argumento no sólo correcto gramaticalmente, sino razonado con claridad y convicción y un nivel avanzado de inglés.
Fuerte incremento de la demanda de talento y de capacidades analíticas y fuerte aumento de la desigualdad salarial. Aumenta la demanda de trabajos abstractos y creativos y disminuye la de tareas rutinarias que se realizan fácilmente por el ordenador o son deslocalizables. Cuanto más alto es el nivel de formación y talento de un trabajador, más disfrutará de los beneficios de las nuevas tecnologías.
La tasa de dependencia se doblará, se pasará de cinco personas inactivas por cada diez en edad de trabajar a diez inactivas por cada diez en edad de trabajar.
La deuda hará difícil el crecimiento, porque supone que los españoles ya hemos consumido gran parte de la riqueza que generaremos en el futuro. La discreta evolución de la productividad española, junto al incremento significativo de los costes laborales, ha erosionado la competitividad de las empresas frente a la de otras economías (si los costes del trabajo crecen más que la productividad, los gastos laborales por unidad de producto suben y resultan en una pérdida de competitividad de las empresas).